jueves, 26 de agosto de 2010

Comentario a la Perspectiva de Engels sobre la Familia

Me permito publicar mi sencillo comentario respecto a un interesante tópico del concepto de familia en el pensamiento de Marx y Engels.

En su libro “El Origen de la Familia y el Estado” Engels comenta: “La monogamia fue la primera forma de familia que no se basó en condiciones naturales sino económicas, y concretamente en el triunfo de la propiedad privada sobre la propiedad común primitiva. Su objetivo fue la preponderancia del hombre en la familia y la procreación de hijos que sólo pudieran ser de él y destinados a heredarle”. Friedrich Engels.

Pasemos a comentar desglosando el párrafo:


“La monogamia fue la primera forma de familia que no se basó en condiciones naturales…” Esto es una copia al calco del evolucionismo darvinista, da a entrever que es antinatural la elección de una sola persona como pareja, de modo que se entiende por natural la poligamia, el adulterio, y cualquier otro tipo de perversión.

“La monogamia fue la primera forma de familia que no se basó en condiciones naturales sino económicas. Decir que la monogamia se basa en razones económicas, representa una contradicción extraordinaria, primero niega la codicia humana que según estos mentores del comunismo es el impulso fundamental del capitalismo, al decir que se elige la monogamia para economizar cuando al mismo tiempo se afirma que el hombre quiere acumular para sí, entonces ¿Cuál es la verdad? Si las pasiones humanas son tan fuertes que nos llevan a desear más capital y más placer ¿El hombre tiene albedrío para acumular dinero pero no lo tiene para acumular mujeres? Esta increíble especulación no tiene asidero en ninguna documentación histórica pues todos los pactos sociales en que se defiende la monogamia tiene como principio la preservación de la moral y el mejor bien familiar, y no un tema exclusivamente económico.

Según esta cita, “la monogamia está basada en el triunfo de la propiedad privada sobre la propiedad común primitiva”. Entonces si el ideal comunista es la propiedad común, y si según Engels esto implica también a la familia. ¿Espera el pensamiento comunista convertir la genitalidad humana en propiedad común, pertenencia del estado, o del pueblo (como prefieren decir)? ¿Considera un ideal la poligamia, la promiscuidad, el llamado “amor libre”, o el apareamiento absolutamente descomprometido?

En el contexto de la última realización de la utopía del socialismo real que es el ideal comunista acabado en todos los aspectos de la vida humana donde “todo es de todos y nada es de nadie” (Entiéndase:“Todo” la propiedad privada, “Todos” el estado y/o su caudillo, “Nada” tu propiedad, y “Nadie” usted), la familia no existe en los términos en que la Biblia nos enseña, los hijos son del estado y el matrimonio pierde su sentido moral.

El objetivo de la monogamia es “la preponderancia del hombre sobre la familia y la procreación de hijos que sólo puedan ser de él y destinados a heredarle”, uno se pregunta cuál es entonces la alternativa de la sociedad comunista. ¿Procrear hijos que no sólo sean de él? ¿De quién más pueden ser? ¿Del estado? ¿De alguien más? ¿De quién? ¿Quién debe heredarnos? ¿Nuestros hijos o el estado?

El caso es que la utopía comunista no se ha realizado en ninguna parte del mundo debido a que no se ha demostrado que es posible pasar de la etapa denominada “Dictadura del Proletariado”, y muchos conceptos se han diluido en diferentes versiones de la ideología socialista, esto obviamente hace que los proponentes nos deban explicar qué toman y qué desechan , por los momentos en el caso venezolano el Presidente de la República ha exigido a la militancia del PSUV que se lea a Marx, Engels, Lenin, Guevara, Gramsci, Rosa de Luxemburgo, Mao, y otros. Y en la reunión femenina en Caracas del pasado marzo recomendó la lectura del libro “El Origen de la Familia y el Estado”, que es precisamente el libro del que se extrae esta cita. La pregunta es ¿Qué desea el Señor Presidente que aprendamos los venezolanos de este libro? ¿Qué valores debemos desprender del mismo? Y sobre todo los cristianos debemos preguntarnos si los principios de este tipo de lectura realmente son compatibles con nuestra fe.


Escrito por José Piñero
(Imagen tomada de correos de Victor Cuadra)