martes, 12 de agosto de 2008

La Tragedia Continúa

Caracas: Julio 30 de 2008.

Asunto: Violación de Derechos Humanos Constitucionales, Pactos, Tratados y Acuerdos Internacionales, la Ley de Pueblos y Comunidades Indígenas, la Constitución del Estado Amazonas y normativas legales nacionales, por autoridades militares en el Estado Amazonas, Venezuela. (Religión, Tránsito y Vida, Viviendas privadas, entre otros).

Desde el año 2006 cuando fueron expulsados los misioneros extranjeros de la Misión Indígena Nuevas Tribus de Venezuela, funcionarios militares adscritos a la Brigada 52 del Ejército, acantonada en Puerto Ayacucho y La Esmeralda, Estado Amazonas, Venezuela, comenzaron una campaña de presión, amenazas y violencia en general contra los misioneros integrantes de la “Misión Padamo de Venezuela” y las comunidades evangélicas del Alto Orinoco.

Esta Misión, legalmente establecida y autorizada, tiene 54 años trabajando entre las etnias Yanomami, sub-grupos Shamatari, Guaica y Cobariwa y Yecuana. Ellos se encuentran ubicados en los ríos Padamo y sus afluentes, ríos Mavaca, Ocamo, Orinoco y Cunucunuma (Yecuana). Sus objetivos no sólo han sido espirituales cristianos evangélicos sino también se dedicaron a la labor socio-comunitaria, incluyendo salud, educación y liderazgo comunal. Construyeron ambos idiomas, que sólo se trasmitían oralmente; fundaron las primeras escuelas bilingües (interculturales): idioma indígenas-castellano, fundaron dispensarios de salud básica, prepararon a los maestros, los enfermeros, enseñaron artesanía, reparación de motores y adaptaron maquinas para moler la yuca y múltiples obras sociales deportivas, culturales, etc. Nunca dirigieron los pueblos. Fueron los propios indígenas los capitanes de los mismos y líderes en todos los asuntos comunales y espirituales. Esta Misión fue fundada por los esposos José y Mildred Dawson, en 1953. Entonces eran miembros de Nuevas Tribus pero en 1989 se separaron como “Padamo de Venezuela”. Sus hijos, 10 en total, hablan el idioma indígena perfectamente, siete de ellos nacieron en el país. Algunos descendientes se han casado con indígenas. Se consideran muy venezolanos, aman a las etnias y les sirven en nombre de Dios, y su ilusión es que cuando fallezcan sean enterrados junto a sus amadas etnias.

La base de la Misión es la población de Coshilowateli, que ya tiene una población mayor de los 500 habitantes. Generalmente una aldea Yanomami no pasa de 60 individuos. En el pasado, antes de llegar los misioneros, los indígenas se mataban entre si, peleaban por las mujeres, por las pertenencias, por los conucos y las tierras. Esto y las plagas como la malaria fueron diezmando a la etnia Yanomami, calculada ahora en 7000 individuos. Ni antes ni ahora los gobiernos, en sus tres niveles, se ocuparon de este grupo venezolano. Ahora Coshilowateli es lugar de encuentros entere rivales y un sitio de paz que la expande por el territorio Yanomami.

El problema actual, muy grave por cierto es:

1). Por instrucciones de la Brigada 52 “no se permite el paso de alimentos, ni medicinas a estas comunidades evangélicas del Alto Orinoco como medida de presión para que los misioneros “abandonen el lugar y se vayan de Venezuela”, (SIC), según los jerarcas militares. Esa medida causa problemas en el Alto Orinoco, en el Padamo, Metaconi, en el Cuntinamo y lugares cercanos. Esto se ha agravado por cuanto los ríos se han desbordado y se han inundado los conucos de los indígenas. Los indígenas y los misioneros no tienen comida pero no hay permisos.

2). No permiten el paso de medicinas ni insumos necesarios para cubrir las necesidades mínimas de las comunidades. Hay enfermos graves entre indígenas y misioneros. Debemos recordar que entre el 2006 y 2008 ya han fallecido 49 indígenas y una hija de un misionero por falta de transporte de emergencia. Los militares nunca contestaron las llamadas de emergencia y “el combustible es costoso para usarlo en el transporte de un indígena” (SIC). Pero si fueron capaces de enviar un avión con tripulación y acompañamientos para entregar una carta del Ministerio del Interior y Justicia. Eso no ocurría cuando estaban las avionetas misioneras (Nuevas Tribus y Alas de Socorro) que fueron obligadas a salir del país.

3). No se permite el paso de combustible, ni gasolina ni diesel, para uso: de la planta eléctrica, de los motores fuera de borda de los indígenas, de la bomba de agua para extraerla del pozo artesiano, la luz de las casas de la población de Coshilowateli, de los tractores, etc. La Misión y los indígenas financiaron esos equipos.

4). Siete hijos del señor Dawson nacieron en Venezuela. Cuando uno de ellos va a La Esmeralda o Puerto Ayacucho, por alguna necesidad, se le considera “gringo”, Son tan venezolanos como yo, que nací en Coro, Falcón, con iguales derechos, la misma Constitución e iguales leyes, con derechos y deberes como cualquier otro nacional. Sin embargo los tratan en una forma vil y miserable, por unos capitanes del ejército, les insultan y les amenazan con deportarlos. “Cumplimos órdenes superiores”, dicen. Pero no creo que las órdenes lleguen a tales extremos y violen las leyes en forma particular. Por cierto existe un Amparo (06-299) ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, aún sin sancionar, que muestra que la persecuciones que se cometen contra misioneros y comunidades indígenas evangélicas no es una novedad. Pero basta ya de abusos, de mentiras y sonrisas amistosas irónicas y de corte burlesco con fondo autoritario para pedir perdón cuando aun siguen en sus atropellos constitucionales.

Se ha tratado de obtener una cita con el Ministro de la Defensa, se ha acudido a la Presidencia de la República, a la Vicepresidencia, al Ministerio del Interior y Justicia. Fiscalía del Ministerio Público en Puerto Ayacucho, a la Defensoría del Pueblo, Fiscalía General de la República, se enviaron cartas a la Dirección de Cultos de este Ministerio, etc. No se ha logrado nada. Los abusos continúan y ahora tememos por la vida de los indígenas y de los misioneros por carencia de alimentos, de los enfermos por falta de medicinas, el pueblo vive en la antigüedad porque no hay electricidad, deben tomar el agua del río contrayendo enfermedades diarreicas y los agricultores deben pasar todo un día para llegar a su conuco porque no hay combustible, en pleno siglo 21 y en un país petrolero, como consecuencia de órdenes superiores, discriminaciones o caprichos. Aconsejamos Leer Romanos 1:18, en la Biblia.

La paciencia en el tiempo, un don cristiano se ha terminado. Por las razones expuestas y no recibir respuesta, por mantenerse los atropellos, las presiones y las amenazas no solo personales sino a la vida, a la capacidad de espera de los Yanomami, es que acudimos a la sociedad venezolana para que se entere de lo que ocurre en Amazonas con la violación sistemática de los derechos constitucionales. Creo que ahora si habrá respuesta, la esperamos confiados en Dios, porque un General de Brigada en Puerto Ayacucho dijo: “Aquí mando yo, tendrán que dirigirse a la corte celestial para resolver el problema”. Nosotros no confiamos en una corte celestial esotérica, no divina. Confiamos en Dios, el único Dios trino y creador del hombre y los seres. Confiamos en El y El es mayor que cualquier autoridad. Estas pasan pero Dios permanece por siempre y la fe en El se mantiene a pesar de todo y de todos.

Atentamente,

Responsable:
Dr. Euclides Fuguet Borregales
Presidente de la Misión Padamo de Venezuela
CIV-993.772.
Teléfonos: 0212-5764687, 0412-7037892 y 0412-3682442.
Correo electrónico: eucarfuguet@cantv.net.

NOTA IMPORTANTE: Se anexan correos recibidos de Amazonas que muestran la situación desde enero de 2008. Hay muchas otras cosas que pueden decirse, favor escribir o llamar para explicar profundamente el problema. Favor re-enviar este correo as todos los amigos, medios, creyentes en Jesucristo miembros de la comunidad evangélica, etc. Y orar por la situación, es GRAVISIMA, NO ALIMENTOS, NI MEDICINAS, NI COMBUSTIBLE, NI NADA. Vale.

15 comentarios:

claudio dijo...

la situación que están viviendo nuestras hermanas comunidades indígenas en la mayor parte de Nuestra América es lamentable. En Colombia, aquí en Argentina...
En fin, nuestro abrazo solidario.
Oramos y...
esperamos pronto poder hacer algo más

Jhon Colmenares dijo...

Bien por este post.. haciendo eco en mi blog

Edebraca dijo...

Estas son algunas de las cosas que me indignan como venezolana, de esta administración, ¿Cómo es posible que ya han pasado varios años y esta situación en vez de mejorar vaya empeorando?
¿Acaso no hay nadie en el "Alto Mando" que pueda dar un "parao" a esta barbarie?
¿Por qué hacerse de la vista gorda de manera tan insensiblemente antihumana y antipatriótica?
¿Por qué tanta violación de derechos humanos y civiles?
¿QUE PASA PRESIDENTE? QUÍTESE LA VENDA Y DEFIENDA LOS DERECHOS DE TODAS ESTAS PERSONAS QUE TAMBIÉN SON VENEZOLANAS!!!!!

Anónimo dijo...

se contradice la "expresión este blog apoya la libertad de expresión" con nota que dice se ha habilitado la moderación de comentarios. El autor del blog debe aprobar todos los comentario."

José Piñero dijo...

Para ANÓNIMO.
Pues no estoy deacuerdo con usted. En estos medios se suelen tener visitantes que tienen la pretención de hablar de forma soez, que denigran de otros, y pare usted de contar. El marco jurídico de nuestro país, contempla la libertad de expresión, pero ella debe estar subordinado al ámbito legal del primero; igual acá, se espera la condición ética de quienes participan, y que estas se ajusten a lo dicho en la entrada de comentarios "Dialogar, sugerir, disentir, o aprobar, CON RESPETO, es manifestación de sensatez", y eso espero de quienes escriben. En todo caso, no creo que usted pueda afirmar que se ha censurado un comentario suyo o de alguien más, ¿O si?

claudio dijo...

ALLANADA COMUNIDAD DE TEMUCUICUI
DESDE LAS 11:00 HRS. del lunes 4 de agosto 2008, esta siendo fuertemente allanada la Comunidad de Temucuicui.

Efectivos policiales fuertemente armados, dispositivos en helicópteros, micros, piquetes a caballos y vehículos motorizados han hecho ingreso desde el sector del ex fundo Alaska en dirección a los cerros donde se encuentran trabajando grupos de comuneros, como también se han dirigido a las viviendas de la comunidad.

Hasta el momento no se sabe si existen detenidos, ni enfrentamientos. Solo ha sido posible constatar el ingreso de la policía militarizada del régimen que se ejerce como milicia privada en la región.

Se debe señalar que este acoso a las comunidades es constante y responde a una política de amedrentamiento, militarización y criminalización a las justas demandas del Pueblo Nación Mapuche. Hasta ahora se mantiene la presencia desproporcionada, la ocupación de todo el sector mediante este despliegue policial. (noticia en desarrollo)

José Piñero dijo...

Hola Claudio. Casualmente visitaba tu blog mientras publicabas tu comentario. Me doy cuenta de que la represión que describes está relacionada con los reclamos que hacen quienes son abusados. Acá es una represión por cuestiones religiosas y políticas contra gente que no reclama nada y va especialmente en contra de los cristianos. Lamentable que sucedan estas cosas en América Latina, e igual acompañamos en oración...
Saludos.

IBRAHIM Y VANESSA dijo...

Seria bastante significativo que el pueblo evangélico de Venezuela inicie una campaña publica donde se muestre al país y al mundo todas estas situaciones que están viviendo estos siervos de Dios, porque con esto lograríamos llegar a algún ente gubernamental que se vea en la necesidad de por lo menos regular la situación y esto podría aliviar un poco la tan dura situación que se vive e ese lugar. Creo que muchos no conocíamos la situación porque es algo que a estado algo oculto pero creo que con una campaña donde todos los venezolanos tomen conciencia de esto comenzarían las soluciones pero hay que traerlo a la luz. tenemos que crear una protesta por esto.......

IBRAHIM Y VANESSA dijo...

Así como un pequeño pajarillo puede entonar un melodioso himno y despertarnos del más profundo sueño. Así nosotros también podemos despertar conciencia el mundo.

IVAN dijo...

La Declaración Universal de los Derechos Humanos,establece que: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, y deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”, y “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.

En tal sentido, repudiamos estas tendencias político-religiosas, que opera en las comunidades indígenas del Alto Orinoco y exhortamos al Estado a garantizar el derecho a la libertad religiosa y de culto.

Anónimo dijo...

¿Qué están haciendo nuestros líderes al respecto? ¿Que podemos hacer nosotros?

José Piñero dijo...

Para Comentarista Anónimo.
Este asunto ya ha sido denunciado en Fiscalía, en la defensoría del pueblo en Caracas y en Puerto Ayacucho, se han enviado cartas a la Presidencia y la VicePresidencia, se me informó ya está enterado el ministro de la defensa.Todo eso y nada. Luego cierto general de quien me reservo el nombre por el momento ha dicho que tendremos que ir a la corte celestial pues con ellos no tenemos nada que buscar.
¿Qué puedes hacer? Por el momento no sirve de nada enviar comida, combustible, o cualquier cosa, nada de eso llegará, mientras que se insiste en resolver el asunto por las buenas hay cierta esperanza, si se comienza a dar más detalles se temen represalias, y las comisiones de derechos humanos no son muy amigas de la selva. De modo que no es fácil. Así que lo que queda por el momento es orar, e ir sembrando consciencia entre cristianos para el momento en que se pueda hacer bulla en medios de mayor difusión, por otra parte si conoce algún funcionario que se interese y pueda hacer algo, puede informarnos, pero por ahora el caso es orar.

José Piñero dijo...

Ah, muy importante... El problema mayor es el de las muertes por Malaria, mordidas de serpiente, y otro. Una situación que se va haciendo más desesperada. Es triste pues aunque ni a los presos se les niega la comida, los misioneros y los indígenas evangélicos parecen ser tenidos en una categoría de subhumanos.
Por el momento esto me recuerda el caso de un reciente mayor de edad, apenas cumplido 18, que en este momento está preso en calabozos policiales, y a quien no se le respeta la presunción de inocencia y se le golpea en prisión, los familiares no lo pueden ver ni nada, pero por el momento si no se puede garantizar una denuncia efectiva, cualquier procedimiento le puede ganar al muchacho mayores represalias de sus verdugos.
En estos casos, es cuando se agote todo el momento en que corresponden acciones más fuertes y a todo riesgo.

Robert Romero dijo...

Honestamente creo que si los cuerpos de seguridad del estado tuvieran la misma pasión y determinación que tienen para hacerle la vida imposible a nuestros indígenas y especialmente con nuestros misioneros que tanto han contribuido al bienestar social y espiritual de ellos, en combatir el secuestro y la inseguridad en términos generales creo que seriamos un país libre de tanta mortandad injusticias que a diario vemos no solo en las noticias sino en nuestros vecindarios sin ir muy lejos el domingo pasado fecha:07/09/2008 secuestraron al dueño de la darpaca ubicada en corralitos al cual consiguieron muerto en la guaira la fecha 10/09/2008 es decir tres días después cosa que causa tanta indignación así que hago un llamado a nuestros hermanos a la oración y a denunciar a estos organismos que solo están perdiendo el tiempo con gente que si hace por nuestro país este blog puede ser un medio para hacerlo...Dios los bendiga..

Anónimo dijo...

Apreciados Hermanos ante todo, saludos y mi bendiciones a toda la labor que realizan, tengo una duda, en cuantos idiomas indígenas esta traducida la biblia, y donde puedo conseguir una en idioma yanomami. Mil gracias si pueden responder mi incógnita? Bendecidos en el amor de Cristo. Se despide este humilde obrero de Dios.