Tomando un descanso respecto al proyecto ProSede del CCLT, y de otras tareas, y después de revisar con más detalle el caso de Honduras, que se torna inédito y que aparenta que podría generar su influencia, me doy cuenta de que la resolución de este asunto no es tan fácil como había pronosticado, y que la victimización de Zelaya no necesariamente será suficiente para echar tierra al inocultable hecho de los desfueros constitucionales que se venían gestando al tratar de prescribir leyes violatorias de la carta magna hondureña, pero tampoco esto último puede considerarse una justificación para un golpe de estado.
Entremos en tema revisando algunos textos de la constitución hondureña:
El artículo 41 de la Constitución de Honduras reza “La calidad de ciudadano se pierde… 5. Por incitar, promover o apoyar el continuismo, o la reelección del Presidente de la República”. Por otra parte el artículo 374 de la misma Constitución declara. “No podrán reformarse, en ningún caso, el artículo anterior, el presente artículo, los artículos constitucionales que refieren a la forma de gobierno, al territorio nacional, al período presidencial, a la prohibición de ser nuevamente presidente de la república, el ciudadano que lo haya desempeñado bajo cualquier título, y el referente a quienes no pueden ser presidente de la república por el período subsiguiente”.
Definitivamente, lo anterior es parte de un articulado en extremo incómodo para quienes traten de seguir formulas puestas de moda en el ámbito latinoamericano que sirvan para dar lugar al continuismo, podría decirse que esta constitución está blindada contra cualquier proyecto de carácter totalitario. Es una constitución con detalles radicales que no admiten ambigüedades.
Ahora bien, sobre la base de los artículos anteriores, y contando con el consenso de la fiscalía, los tribunales, el congreso nacional, las fuerzas armadas, la iglesia católica, la iglesia evangélica, y demás instituciones y fuerzas vivas de la nación. Contando con el hecho de que por el visible apoyo que recibía Zelaya del CNE venezolano para la realización de una consulta que aunque se declarara no vinculante, la sola intervención de un gobierno extranjero con la anuencia del presidente de Honduras, ya le calificaban para un juicio por traición a la patria y delito constitucional, y todo esto sin contar con el deposición de oficial militar que se negó a obedecer una orden ilegal e irrita, lo cual genera la renuncia del alto mando militar hondureño creando una impresionante crisis política. En fin, teniendo todos los elementos para desalojar de sus funciones al presidente por la vía legal. Considero que no es justificable la torpeza que las instituciones hondureñas han cometido al desalojar del poder de manera fáctica al presidente terrateniente Manuel Zelaya (quien a escasos cinco meses para terminar su período busca ansiosamente con apoyo de Venezuela modificar una constitución que no da lugar a tal aventura), y especialmente cuando tenían a la mano todas las posibilidades de enjuiciarlo por la pretensión de generar actos violatorios a la constitución de aquél país. Estas instituciones tuvieron la extraordinaria oportunidad de dar el ejemplo de legalidad y del principio democrático de la separación de poderes a las naciones del continente al hacer aquello que en su tiempo hizo Venezuela cuando demostró que resultó más efectivo el proceder democrático manifestado en el desalojo del poder practicado en su momento con Carlos Andrés Pérez por la vía jurídica, antes que lanzarse por la vía fáctica intentada por quien hoy acusa a los demás de golpistas olvidando que tiene un imborrable e injustificable prontuario subversivo.
Hoy día vuelven a ser pertinentes las palabras de "El Libertador" Simón Bolívar: "Es una manía miserable, querer el mando a todo trance." (15 de Abril 1823).
No obstante, y para desgracia del continente político, esa "manía miserable" afecta a varios líderes latinoamericanos de izquierdas y derechas. Por eso, al aproximarse el final de sus mandatos, buscan a como de lugar la manera de transformar las Constituciones Nacionales de sus respectivos países, a fin de adecuarlas a sus pretensiones continuistas; y de eso los venezolanos sabemos mucho.
Por otra parte, lo que tampoco es justificable es que la OEA se convierta en un sindicato de caudillos que se olvida de mirar ambas caras de la moneda, y sólo mira convenientemente a un lado de ella. Un organismo que siempre llega tarde, y por eso no puede cumplir un rol preventivo cuando se demanda que se soliciten correctivos o se aplique la carta democrática cuando son los mandatarios quienes violentan el ordenamiento jurídico de sus naciones. En tales casos no hay el envalentonamiento que ahora vemos en el señor Inzulsa, mismos guaramos que no tuvo para pedir respeto cuando desde la patria de Bolívar le llamaron insulso y le endilgaron otros epítetos. O cuando en sus narices algún presidente amenaza con derrocar a alguien o enviar tropas a Honduras.
Entremos en tema revisando algunos textos de la constitución hondureña:
El artículo 41 de la Constitución de Honduras reza “La calidad de ciudadano se pierde… 5. Por incitar, promover o apoyar el continuismo, o la reelección del Presidente de la República”. Por otra parte el artículo 374 de la misma Constitución declara. “No podrán reformarse, en ningún caso, el artículo anterior, el presente artículo, los artículos constitucionales que refieren a la forma de gobierno, al territorio nacional, al período presidencial, a la prohibición de ser nuevamente presidente de la república, el ciudadano que lo haya desempeñado bajo cualquier título, y el referente a quienes no pueden ser presidente de la república por el período subsiguiente”.
Definitivamente, lo anterior es parte de un articulado en extremo incómodo para quienes traten de seguir formulas puestas de moda en el ámbito latinoamericano que sirvan para dar lugar al continuismo, podría decirse que esta constitución está blindada contra cualquier proyecto de carácter totalitario. Es una constitución con detalles radicales que no admiten ambigüedades.
Ahora bien, sobre la base de los artículos anteriores, y contando con el consenso de la fiscalía, los tribunales, el congreso nacional, las fuerzas armadas, la iglesia católica, la iglesia evangélica, y demás instituciones y fuerzas vivas de la nación. Contando con el hecho de que por el visible apoyo que recibía Zelaya del CNE venezolano para la realización de una consulta que aunque se declarara no vinculante, la sola intervención de un gobierno extranjero con la anuencia del presidente de Honduras, ya le calificaban para un juicio por traición a la patria y delito constitucional, y todo esto sin contar con el deposición de oficial militar que se negó a obedecer una orden ilegal e irrita, lo cual genera la renuncia del alto mando militar hondureño creando una impresionante crisis política. En fin, teniendo todos los elementos para desalojar de sus funciones al presidente por la vía legal. Considero que no es justificable la torpeza que las instituciones hondureñas han cometido al desalojar del poder de manera fáctica al presidente terrateniente Manuel Zelaya (quien a escasos cinco meses para terminar su período busca ansiosamente con apoyo de Venezuela modificar una constitución que no da lugar a tal aventura), y especialmente cuando tenían a la mano todas las posibilidades de enjuiciarlo por la pretensión de generar actos violatorios a la constitución de aquél país. Estas instituciones tuvieron la extraordinaria oportunidad de dar el ejemplo de legalidad y del principio democrático de la separación de poderes a las naciones del continente al hacer aquello que en su tiempo hizo Venezuela cuando demostró que resultó más efectivo el proceder democrático manifestado en el desalojo del poder practicado en su momento con Carlos Andrés Pérez por la vía jurídica, antes que lanzarse por la vía fáctica intentada por quien hoy acusa a los demás de golpistas olvidando que tiene un imborrable e injustificable prontuario subversivo.
Hoy día vuelven a ser pertinentes las palabras de "El Libertador" Simón Bolívar: "Es una manía miserable, querer el mando a todo trance." (15 de Abril 1823).
No obstante, y para desgracia del continente político, esa "manía miserable" afecta a varios líderes latinoamericanos de izquierdas y derechas. Por eso, al aproximarse el final de sus mandatos, buscan a como de lugar la manera de transformar las Constituciones Nacionales de sus respectivos países, a fin de adecuarlas a sus pretensiones continuistas; y de eso los venezolanos sabemos mucho.
Por otra parte, lo que tampoco es justificable es que la OEA se convierta en un sindicato de caudillos que se olvida de mirar ambas caras de la moneda, y sólo mira convenientemente a un lado de ella. Un organismo que siempre llega tarde, y por eso no puede cumplir un rol preventivo cuando se demanda que se soliciten correctivos o se aplique la carta democrática cuando son los mandatarios quienes violentan el ordenamiento jurídico de sus naciones. En tales casos no hay el envalentonamiento que ahora vemos en el señor Inzulsa, mismos guaramos que no tuvo para pedir respeto cuando desde la patria de Bolívar le llamaron insulso y le endilgaron otros epítetos. O cuando en sus narices algún presidente amenaza con derrocar a alguien o enviar tropas a Honduras.
La verdad, siempre hay que ver las dos caras en las cosas de nuestro mundo, y aunque no sean fáciles los juicios impàrciales de los eventos que nos rodean creo que esto nos ayuda a ser un poco más objetivos.
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Isaías 10:1. ¡Ay de los que dictan leyes injustas y prescriben tiranía…!
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Isaías 10:1. ¡Ay de los que dictan leyes injustas y prescriben tiranía…!
2 comentarios:
un golpe de estado es:(calco del francés coup d'État) es la toma del poder político de un modo repentino y violento, por parte de un grupo de poder, vulnerando la legitimidad institucional establecida en un Estado, es decir, las normas legales de sucesión en el poder vigentes con anterioridad. no se pueden justificar estas azañas retrogradas en pleno siglo XXI, y claro una constitucion blindad porque bueno por manos del imperio del norte para asi poder controlar de forma mas sencilla a la nacion si me preguntan a mi esto es una factura que se esta cobrando el gobierno norte amercano porque en honduras fue el apoyo para que cuba pudiera entrar en la oea esto es puro orgullo y paga es el menos indicado..
Anónimo José. El siguiente es mi correo:pastorjosegp@yahoo.com.ar .
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